viernes, 28 de marzo de 2014

El modelo continental italiano, ¿acierto o abuso?

El pasado otoño, la Federación Italiana de Ciclismo abordó una profunda reforma de la categoría Continental, la tercera división del ciclismo mundial. Un escalón legislado de manera global por la UCI pero abierto a que los diferentes entes nacionales introduzcan sus propios matices normativos partiendo de unas pautas muy generales.

La reforma buscaba dinamizar una categoría al borde de la desaparición en el país transalpino, ya que la mayoría de formaciones interesadas en competir como Continental no podía hacer frente a los cuantiosos gastos que suponía tramitar su licencia. Y lo cierto es que estas modificaciones han surtido el efecto deseado: de un sólo conjunto de esta categoría en 2013, a los seis de 2014.

¿Cómo se consigue el cambio?

La base sobre la legislación en Continental debe partir de qué entendemos, o entienden las federaciones, por equipos de esta categoría. Si consideramos que un Continental es un profesional de tercera división, con corredores que deben plantar cara a formaciones en teoría superiores, parece lógico que se exijan condiciones estrictas para el empleador. Sin embargo, si valoramos a un Continental como un equipo de formación, con ciclistas en fase de desarrollo y sin experiencia previa en el campo profesional, tampoco se antoja abusivo asimilar condiciones a las de la categoría amateur. Esta segunda opción es la que ha tomado Italia para 2014.

Y es que la propia UCI ofrece la posibilidad de que las formaciones de escalón Continental redacten dos tipos de contrato para corredores de un mismo equipo: contratos profesionales y contratos amateur, muchos de ellos para ciclistas que rondan los veinte años, compatibilizan estudios con la bicicleta y apenas compiten una treintena de días al año. Eso sí, todos los corredores deben contar con un seguro obligatorio de competición, requisito que se añade al aval bancario que la sociedad debe presentar a la federación nacional donde quede inscrito su equipo. Seguros y aval, junto al material, suelen suponer los desembolsos económicos más importantes de una formación Continental.

Modelo Italia

Para multiplicar por seis su número de formaciones, la Federación Italiana amoldó las exigencias mínimas de la categoría a las del campo dilettantistico nacional. Se iba a ser flexible en materia de obligaciones económicas pero, a cambio, muy rígido en apartados como la edad, la experiencia previa de los corredores o incluso su nacionalidad.

La reforma quedó plasmada del siguiente modo:

  • Se daría preferencia a sociedades con experiencia en la categoría amateur, o en su lugar en Continental. Un objetivo que se cumple de forma evidente, ya que cuatro de estos nuevos equipos surgen desde estructuras amateur, un quinto continúa en Continental y sólo una nueva sociedad ha debutado este año en el mundo del ciclismo.
  • Con el fin de exigir un mínimo de calidad en el aspecto deportivo, los ocho mejores corredores del equipo debían sumar al menos 100 puntos en el ranking de la FCI 2013.
  • Más del 50% del equipo debía encuadrarse dentro de la categoría sub 23. El motivo no es otro que garantizar que el objetivo principal del equipo sea el de formar jóvenes valores.
  • A pesar de que la UCI permite a los Continentales contar con hasta un 49% de ciclistas foráneos, la italiana restringió este acceso de forma mucho más severa: un extranjero como máximo en una plantilla de ocho ciclistas, dos si el equipo cuenta con doce corredores, tres en el caso de un máximo de catorce y hasta cuatro si se alcanzan los dieciseis.
  • Se permite contratar a un máximo de dos corredores procedentes de la categoría junior, siempre que hayan logrado un mínimo de 35 puntos en pruebas italianas.
  • La edad máxima de los corredores en plantilla no puede superar los 26 años. Es decir, se permite contratar a ciclistas nacidos de 1988 en adelante, con la excepción de un único corredor en plantillas de ocho a doce miembros y de dos siempre que se cuenta con doce o más.
  • Contando con todos los condicionantes anteriores, se puede firmar a un máximo de dos corredores con experiencia en la categoría profesional.
En resumen, unas condiciones favorables en lo económico pero que garantizan que todos y cada uno de los equipos con sello Continental queden enfocados a la formación y desarrollo de jóvenes ciclistas, en su mayoría italianos. En definitiva, más próximo a lo amateur que a lo profesional en todos los aspectos.

Seis equipos, seis formatos

Team Idea:

Un equipo que gracias a esta reforma ha podido regresar al escalón Continental, donde ya compitiera en 2012. Dirigidos por Marco Cannone y Omar Piscina, ex Tinkoff, Katusha o Flaminia, abandonaron el proyecto profesional ante las duras condiciones económicas exigidas en el anterior pliego. Sin embargo, no han dejado de competir en la categoría dilettante desde 2010, siempre con el regreso a este nivel como objetivo prioritario. 

Liderados por Cristian Delle Stelle, único ciclista de su plantilla con experiencia profesional, ganador este año del GP Izola en Eslovenia y segundo en el GP Nobili, han completado un buen arranque de año. Todos sus corredores son italianos, condicionante que les puede haber ayudado a incumplir, por los pelos, uno de los puntos de la reforma, ya que, a pesar de no alcanzar los doce ciclistas en plantilla, dos de sus hombres han nacido antes de 1988, si bien es cierto que ambos casos (Pichetta y Tedeschi) se quedan en 1987.

Team Marchiol:

Otra estructura que ha aprovechado las modificaciones legales de la Federación Italiana para dar el salto a Continental. Una formación con base en Treviso, ya tradicional en el competitivo campo amateur transalpino, con más de una década de experiencia, y plagada de nombres conocidos para el seguidor habitual de este deporte, como Mirco Lorenzetto, mánager del equipo profesional, Marco Zen, director deportivo de la sección amateur, o Biagio Conte, vicepresidente de la sociedad.

En su plantilla, integrada por trece ciclistas, destacan el veterano Enrico Franzoi, más centrado en el ciclocross estas últimas temporadas y único corredor con experiencia pro previa junto a Alberto Cecchin, y Antonio Nibali, quien de momento ha firmado más titulares por su apellido que por sus prestaciones como corredor. Además, han fichado a dos promesas suizas: Enea Cambianica, stagiaire el pasado curso en Lampre, y Gianluca Ocanha.

MG.Kvis-Trevigiani:

La formación que más ha respetado su anterior plantilla a pesar del ascenso de categoría ha sido esta Trevigiani, otro de los clásicos del pelotón transalpino. Dirigidos por Angelo Baldini y Marco Milesi, han apostado de forma más que evidente por la continuidad, ya que de los trece corredores del equipo, hasta nueve proceden de la anterior Trevigiani Dynamon. Entre ellos, Matteo Busato o el argentino Juan Ignacio Curuchet.

Las únicas novedades son las de los junior Carlo Brugnotto y Lorenzo Rota, la del campeón de ruta rumano Andrei Nechita y la de Daniele Aldegheri, un corredor que procede del Christina Watches. Un buen sprint de Rino Gasparrini en Táchira, en Venezuela a principios de año, les valió para estrenar su casillero de victorias.

Area Zero:

Una formación que se diferencia del resto por tratarse de la única que se estrena en las carreteras este 2014. Sin experiencia previa en ninguna otra categoría, Area Zero se ha convertido en la Continental italiana con mejores resultados en este inicio de año, a pesar de no haber sumado triunfo alguno. Fabio Chinello fue segundo en Izola y su velocista, el fornido Andrea Pasqualon, acumula dos terceros en pruebas del prestigio del Gran Premio Etruscos y el Trofeo Laigueglia.


El staff cuenta con dos viejos conocidos como Andrea Tonti y Massimo Codol, quienes no han dudado en contar para su plantilla con un ex compañero de ambos en Acqua Sapone: Paolo Ciavatta, quien en teoría debe dar presencia a la formación en las jornadas de media montaña. El resto de la plantilla debuta en la categoría.

Vega-Hotsand:

Posiblemente la más modesta de las formaciones italianas que se estrenan esta campaña en categoría Continental. Como la mayoría, también ha ascendido desde el escalón inferior. Con Demetrio Iommi al mando y el ex profesional en Cantina Tollo Maurizio Frizzo como director deportivo, apenas cuentan con resultados destacados en este inicio de campaña, en el que destaca su presencia en la Vuelta a México, ya que entre sus 14 ciclistas sobresale la presencia del mexicano Fernando Arroyo, único extranjero de la formación.

Alessio Camilli, el año pasado compañero de Julián Arredondo o Fortunato Baliano en Nippo, es el único corredor que puede presumir de experiencia profesional previa.

Nankang-Fondriest:

La gran incógnita italiana de este inicio de temporada. Si bien se trata del único equipo que ya consiguió licencia Continental el pasado año, hay ciertos aspectos que generan dudas en torno a su viabilidad... sobre todo que continúan sin debutar a finales de marzo. En teoría se trata de un equipo asociado a Tinkoff, motivo por el que el pasado año se firmó a un par de corredores rusos, entre ellos un Ivan Rovny que esta temporada ha regresado al máximo nivel con el equipo WT. Por este mismo motivo, esta temporada habían conseguido el pase del colombiano Edward Beltrán, una de las principales promesas sudamericanas y que ante las dudas ha acabado firmando por el Tinkoff-Saxo.

En su plantilla, sobresalen el velocista Filippo Biaggio, el escalador Alfredo Balloni, quien regresa a profesionales o el joven Giacomo Forconi, hijo de uno de los directores deportivos, Riccardo Forconi.

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